miércoles, 30 de julio de 2008

El amor en los tiempos del oeste.


young men: Sabes amor?...la gente cuando dice: podríamos mandar todo a la mierda e irnos por ahí, los dos solos" me resulta patética...

Eso nunca se dice de corazón ni de verdad...nadie está dispuesto a dejar lo que tiene y conoce, lo que odia y desea a la vez, lo que le define en sus miserias y virtudes, por otra persona.

Nadie está dispuesto tampoco, claro está, a enfrentarse a lo que tiene o conoce por miedo a tener que volverlo a construir, volver a construir una vida desde la consciencia y la perspectiva de adulto...desde la consciencia de mujer u hombre; dándose uno cuenta de que los cimientos de su vida se los echaron sus padres cuando crecía...cuando iba al colegio...a catequesís...y que uno sólo tenía que reforzarlos, maquillarlos, encoloniarlos, pegarlos y proyectarlos cuando iba al Instituto...y demostrarlos y destruirlos cuando empiezas a estar sólo...

Por eso, siempre es más fácil esconderse que huir...mentir a decir la verdad...es más fácil, cómodo y perversamente excitante...

Nadie dejaría la insulsa vida que lleva por otro...porque saben que el otro tampoco lo haría...nunca...aunque la boca y las manos se les llenen con actos de amor vacíos y fríos...

Somos demasiado egoístas y cobardes como para enfrentarnos a vivir con otro sin más...pensando que no vamos a recibir nada a cambio...porque...¿recibimos algo, amor?...


old men: Tú siempre piensas demasiado, chato...pero eso es porque nunca te has enamorado y has sido rechazado...nunca te has excitado sólo con una mirada...y no excitarse tal cual...sino sentir que deseas comerte literalmente a esa persona porque la deseas más que otra cosa en el mundo...nunca has echado de menos a nadie aún teniéndolo al lado...nunca has ido por la calle ansioso por encontrártelo aún sabiendo que no lo harías...nunca te has pasado ratos y ratos imaginando mil historias con él...nunca te has comportado como un tontodelculo para llamar su atención...nunca has deseado besar las colillas de pitillos que tiraba o pasar tus labios por el vaso o botellín por el que bebe sabiendo que va a ser el contacto más cercano que tendrás con su saliva y su lengua caliente y blanda...con su boca...con sus besos...
Tú nunca has querido ser el moreno de la valla que mira...

Anda, sonríe y calla...

Clik!!!


"me gusta dormir solo...contigo a mi lado".

martes, 29 de julio de 2008

El tio ese


Se pasaba las horas muertas sentado en el poyete del atrio de la Iglesia de la Virgen de la Soledad, con el sombreo de paja carcomido entre las manos ásperas y frías.
Su respiración, llena de aires de otros tiempos y pitidos del fumar, se acompasaba con el chillido interminable y decadente de los vencejos que surcaban el cielo azul ordenador.

Toda su vida había pasado con la extraña sensación de que todo lo había vivido, con una mezcla de melancolías que aporrean nuestra garganta cuando vemos u soñamos momentos que nunca pasarán…esa melancolía de lo no vivido…de lo perdido sin haberlo tenido nunca…

Él había dedicado la mayor parte de su vida a asesinar por encargo…era un trabajo cómodo y excitantemente indiferente para él, matar sin conocer a tu víctima y ni siquiera a tu propio verdugo, matar como si tuvieras un orgasmo, como después de un gran orgasmo, sin más…matar por el puro placer de apretar el gatillo, por el puro placer de sentir la quemazón de la pólvora en los ojos y en el interior de la nariz, matar por matar…

Las personas elegidas no eran nada impresionantes, ni importantes en el plano mediático, ni centro de atención de reuniones empresariales importantes…no…eran amas de casa que debían demasiado dinero en la tienda del barrio, hombre rudos a los que sus mujeres, en actitud servil y eficaz les habían comprado un par de camisas de Lozano y las habían devuelto por no ser de su agrado, jóvenes cuya paga no llegada nunca a ser ahorrada para pagar el tubo de escape nuevo de su coche-pene-intentodeseralguien tuneado…eran personas normales…pero importantes para el escaparate del odio y del rencor de otras personas normales…

Para él matar era un acto irreflexivo, rutinario, casi mecánico. Era como meterse en ese zumbido extraño que nos atrapa la cabeza cuando nos quedamos fijamente mirando un punto con los ojos entornados, sin pensar en nada, sin concentrarnos en nada, con el cerebro en stand by, como repitiendo el baile de las motas de polvo que fuera bailan street-dance y que en nuestro cerebro lo hacen con lírico…matar era algo cotidiano, no le daba dramatismo ni importancia…
El había vivido toda su vida matando…le daba igual que fuera una hormiga de naranjo, una ramera de primera calidad, un propietario de un bar, un jefe de cuadrilla de trabajadores de andamios, o una señora de pelo rubioteñido a medio cardar y camisetas que bordeaban lentamente sus lorzas calientes y suaves…

Pero ahora, después de ver pasar a miles de vencejos se dio cuenta de que hasta matar le aburría, de que pensar le cansaba, de que mirar y comprender le hastiaba…y se dio cuenta de que nunca había matado a nadie que se llamara Lola…y pensó en ella…y se dio cuenta de que matarla sí que no le había sido indiferente, ni usual, ni conocido, ni normal…le resultó tan excitante que se enamoró de sus ojos temblorosos…y se acordó de ése que todo lo olía y que nació debajo de un puesto de pescao y lo entendió todo…


Foto del genial, como siempre, blackorange eyes...www.fotolog.com/blackorange_eyes

viernes, 25 de julio de 2008


Ella caminaba por el camino que la llevaría a la mierda de la Prisión Provincial…no soportaba verlo tan amarillo, tan sucio, tan maloliente, tan triste y vacío, tan envejecido, tan pequeño…parecía que su cuerpo se había adaptado a las paredes de la celda húmeda y había mermado en un intento de suplir la falta de espacio que producía su cuerpo grande…no soportaba las risas de los guardas y la prepotencia de sus cigarrillos de liar, no soportaba el olor a cárcel, hierro y lejía de los pasillos de aquel edificio tan odiado, no soportaba el color amarillo claro de las paredes embarazadas por la humedad, no soportaba el bigote teñido del guardia de la garita, ni la mirada inocente e ignorante del imberbe guardia que lo acompañaba…no soportaba el frío que hacía dentro incluso en verano, no soportaba como el tiempo se paró con miedo de quedarse preso también y no pasaba nunca por allí…

Su corazón se rompía con cada paso, con cada aliento, con cada doblar de esquinas que daba…No soportaba el sol que hacía, no soportaba la lluvia,no soportaba las noches, no soportaba las chicharras de los campos de cereal, no soportaba el sonido adormecedor de las palomas, no soportaba estar sin él…

Se cagaba en to´ los muertos de los que le pegaban a él, se acordaba de toas las mujeres de los guardias civiles borrachos y verdes que la insultaban por la calle, se acordaba de todas las madres de los falangistas prepotentes, engominados y endiabladamente pulcros que la miraban con una altanería y asco que dolía…se acordaba de que él le dijo que en España se podría vivir en libertad, en igualdad, en fraternidad…se acordaba de que él le prometió que crearía un mundo para ella donde todos serían iguales y nadie ocuparía puestos ni escalones, se acordaba de cómo él le cantaba la internacional cada vez que hacían el amor y ella no paraba de reir, se acordaba de cuánto lo quería…

Se acordaba de cómo su corazón se rompía cada vez que daba un paso que la acercaba a la mierda de Prisión Provincial donde él moría con cada paso que no daba…

Ese día, a las 6.30 de la mañana, murió frío, sucio, hundido, deprimido, lleno de miedo y desesperación…murió solo en una pared descascarillada del cementerio…ella volvió a casa con su lata de garbanzos aguosos, su naranja y su pañuelo blanco lavado con jabón verde…volvió a casa y se secó…

Tanta gente se secó...tanta gente olvidó llorar porque se lo prohibieron...tanta gente murió estando vivos...



Un homenaje...la imagen es dura...pero se repetió tantas veces que llegó a ser cotidiana...y eso es lo peor uqe le puede pasar a un país...que el dolor se vuelva rutina

sábado, 19 de julio de 2008

los besos...tus besos...


Los besos...
Los besos son carnosos...blanditos...húmedos...suaves...profundos...enlenguados...adictivos...dulces y amargos...

Son risas...sonrisas...palpitaciones...

Los besos provocan excitación...nerviosismo...eufória...tranquilidad...enamoramiento...seguir la vida...cerrar los ojos...multiplicar el sonido que hay a tu alrededor...que te guste la canción o el ladrido del perro que hay a tu lado...que todo desaparezca y que tus oidos exploten en miles de pitidos agradables y mareantes...que grabes en tu memoria el lunar de su cara...que hagas tuya la imperfecciónde su diente...el grosor de los labios...el muerdo de su boca...

Los besos hacen que tus dedos naden a mariposa por su pelo (todo un homenaje a Maga...) por su nuca...por los caracoles y mechones que rizan su cogote...

Los besos hacen que tus brazos se deslicen como culebrillas buscando aguas más frías...hacen que florezcan y que, como esas plantas-enredaderas que ahogan a los árboles con abrazos histéricos, busques un tronco sobre el que aposentar tus bolsas de la compra y descansar los sentimientos y los capullos de tus flores que están a punto de parir...los besos hacen que aprietes tu cuerpo buscando un consuelo anhelado...que creías perdido...que creías cerrado con llave...

Los besos huelen a melón...a naranja fuerte del limonero-naranjo del patio de mi abuela...huelen a tierra mojada...a camping...a tienda de campaña...a after-sun...a fresas con azúcar moreno...a cama recién hecha...a Lorenzo y a Catalina(sol y luna, según la Santa de mi madre)...a ropa limpia...a airecillo de acantilado...a pelo limpio...cesped recién cortado(un olor que se asemeja bastante con el de la sandía)...a nubes de primavera...

Huelen a jadeo...a boca...a diente...a labio y a lengua...huelen a él...sólo a él...huelen a cafetería portuguesa...a calle perdida de Montmartre en París...a enredadera de las casas...a ventanas abiertas con cortinas intentando volar por ellas...a respiración...

Los besos son soles en inviernos que calientan tu cara, tus bocas, tus manos y tus ojos...son nublaos en verano que refrescan tu espalda...tus rodillas...tu nuca...y tus dedos...tu barriga y tu corazón...

Los besos nos beben...

desde el quicio de la mancebía....


Olía a hiedra fresca, a verde, a algo que crecía siguiendo las guías de alambre que la Santa Madame había puesto hacía tiempo, olía a tierra mojada, a sol y aire, a calle recién puesta, a telarañas colgando de las farolas fundidas, a ventanas de madera descascarilladas, a carros pasando con sus verduras, frescas las de arriba, espachurradas y medio podridas las de abajo, en cestos de mimbre viejos, a mierda de caballo secándose con el calor pegajoso de la ciudad en primavera, a gatos rebeldes y excitados que saltan tejados sin ton ni son buscando una gata que lamer, a nubes, a noches de hastíos, a noches diferentes, a noches “absentadas”, a jadeos, a piernas recorridas, a espaldas besadas, a cuerpos indeseados, a sexo no deseado…y ansiado…

Olía a hiedra brotando y abrazando las paredes del cabaret que ella no podía dejar…

Olía a gente, a hombres y mujeres, a niños que perdieron la inocencia sin querer, a hombres que perdieron la cabeza por nada importante como el amor, a mujeres que se tapaban con fervoroso celo su cuerpo deseando ser lo que odiaban, olía a perfume añejo y a status social, a diferencias y divisiones, a categorizaciones, a medias limpias, a sujetadores sucios, a miradas apagadas y de color plata, a bocas llenas de opio, a labios secos de no besar, a besos nunca dados y a besos gastados…a miradas rojas,desafiantes,hipnotizadoras…

Olía a vidas ajenas, a vidas llenas de rutinas, a vidas tristes por el paso del tiempo y por la monotonía de una vida no elegida, a vidas llenas de escándalos minúsculos pero ocultos, a vidas llenas de pequeñas inseguridades que se desmoronan, llenas de ilusiones que se caen y se vuelven a levantar limpiándoles un poco los bordes y diciéndose a uno mismo: “que nadie me mire que lo que cae al suelo es mierda!”, vidas llenas de búsquedas de plenitud aún a sabiendas de la fugacidad de las mismas, vidas llenas de sueños, de anhelos, de dolores, de amores, de pasiones y revolcones, de devotas devociones conyugales y fugaces relaciones extramatrimoniales consentidas, vidas llenas de ostias y patadas, de caricias y puñaladas, vidas llenas de no-vida.

Olía a miedo a vivir…miedo a amar…y no se dio cuenta de que lo que olía no era más que su propio cuerpo, su propio cabello mal recogido con dos pinzas de tender, su propia combinación, hace mucho color rosa, su propia vida….


foto: "Le lapin agile", cabater de París...

la puta y el amor


Ella salió de su casa con un dolor de cabezas penetrante. No sabía si el Puma iría a aquella fiesta que tanto odiaba porque siempre acababan igual...sucias y con un olor indescriptible...un olor que no podía dejar de sentir...no en la nariz sino en la boca del estómago...un olor a sexo sucio y repugnante que le producían arcadas incesantes...

Pero necesitaba el dinero...no quería vivir con la angustia y el insomnio de no llegar a final de mes.

Y lo que más le dolía era que siempre se acordaba de sus padres cuando cerraba la puerta de aquella mierda de habitación en aquel hotel marrón, cuando el dinero en calderilla rodaba por la mesilla coja con la lamparita roja y verde(que en una vida soñada deseaba ser de Tiffanis(o como se escriba) o de imitación buena...las lámparas son muy listas...), cuando desdoblaba los billetes rotos,gastados,nuevos, con olores y sabores diferentes, con nombres o números escrito...

A veces, en las frías y dolorosas mañanas de febrero, los cogía y se dedicaba a imaginarse por cuántas manos habrían pasado...qué historias escondían...qué habrían comprado(o a quién...porque ella pensaba que todo el mundo tenía un precio...)...era un rato para ella y la suciedad del cuarto...

Pero esa noche llegó a la fiesta...se sentó en la barra, con los labios encarnados y un poco de carmín en los dientes(conservaba uno de leche aún...la única unión con la inocencia que ella creía que le quedaba), pidió un martini (era glamuroso decía) con una cereza...y cerró los ojos...
Cuando los abrió se había enamorado...y, cansada como estaba, no pudo evitar precipitar su corazón...


foto: imagen del internet

viernes, 18 de julio de 2008

La vecindad.


Esperaba a que llamaras a algunos de mis pisos que arriendo...pero llamaste al entre-sol y la portera, en un descuido al ir a por periódicos para poner en el suelo fregao, dejó la puerta abierta y te colaste hasta el rellano...

Miraste los buzones con curiosidad, buscando cartas de mi amigo el Banco dentro pero sólo encontraste ecosistemas de polvo e hilos finos, donde las cartas colgaban sus sellos y clasificaban sus remites...

Rápidamente subiste al primero que era donde vivía el pichón joven de la familia Pasión, te quedaste regodeándote en el suave y picante olor del sexo que salía del piso y deseaste estar siempre dentro de esa cama de sábanas frías y con olor a Ariel...

Pero la curiosidad pudo con tus ganas y decidiste subir al segundo donde la Señora Sacudidadeunencoñamiento malvivía con una pensión ridícula y apoyá enelquiciodelamancebía, fumando pitillos como una cosaca, esperaba a otro...la saludaste y la agarraste fuerte de la cintura cubierta de curvas y lorzas por donde se perdían los pliegues del vestido, y bailaste con ella la música que salía al rozar los zapatos con el suelo viejo y de terrazo que tantas pisadas y caídas de piernas y de almas abrazaba...te quedaste con ella un par de noches, “Ya está, eh!”, te dijo ella mientras de acariciaba la nuca caliente…

Y cogiste la escalera de nuevo y subiste hasta el tercero…donde el Sr. Confianza te aguardaba detrás de la puerta coronada por el Santísimo taladrao por la frente, pensando en si serías de fiar o no…y el joio Celos por detrás, pinchando y diciéndole que se fijara en “tus ojos demasiado juntos y en tu barba cortá sin muchas ganas”…y llamaste de forma lenta pero directa, y se quedó tan patidifuso que no tuvo más remedio que abrir y darte una taza de café llena de cucharadas de azúcar moreno y regaliz mientras, arrastrando sus pies por el piso, cuya decoración y vida se paró en los años 50, pensaba si debía enseñarte las cajas de galletas Cuetara llenas de fotos de sus vidas anteriores…pero tu decidiste mirarle y tocándole la oreja le dijiste con actitud pasota “que no hacía falta”…y él, con un sentimiento raro, como de desazón por no poder compartir contigo sus mierdas y sonrisas, se dio la vuelta haciéndose el fuerte…pero se rompiéndose por dentro…por eso decidiste irte, porque nunca se te dio bien hacer puzzles…

Así que saliste de ese salón, cruzaste el pasillo a tientas guiándote por los cuadros pringosos de polvo mientras fruncías los labios por no saber porqué coño seguía viviendo en un edificio tan raro, tomaste el pomo de la puerta y quitaste el seguro alegrándote del ruido de libertad que surgió al abrirla y saliste al descansillo inundado de humo de luz y de olor a poto recién regado…y decidiste subir las escaleras hasta el último piso…cegándote la luz que se colaba por las ventanas de los descansillos…

Y allí te esperé yo…

Deseando besarte…
foto: Lisboa.

jueves, 17 de julio de 2008

la India


"1600 muertos y 30 millones de personas en la más absoluta pobreza después de haberlo perdido todo tras las lluvias del Monzón en la India".

"mecagoenlamásalá" se dijo en silencio, apagó la tele, apuró su café acompañado por su cigarrillo y con paso lento y lleno de tristeza y olor de soledad se dirigió al cuarto...

Cogió un par de mudas, unos pantalones con la goma desecha que su nuera le regaló hace mucho, cuando aún no había olvidao´ como se sonreía, la gorra verde desteñía de la Cooperativa de tomates de Manolo, una toalla de flores marrones y rojas de la boda ("la única bonita que tenemos, así que solo pa´ cuando venga alguien importante a casa", decía la Carmela...y él se reía porque ¿quién iba a venir?,¿ el rey?...coila, que graciosa era esa mujer) y el neceser negro con la cremallera roja que tantas heridas en su cara y en su corazón habían guardado junto con las maquinillas Guillete (todos los domingos estrenaba una nueva pa´ que la Carmeli le besara a gusto escuchando esa canción de güichimini que tanto le gustaba...)...y cerró la maleta.

"vaya..."...no cerraba bien, las bisagras tenían tanto polvo como sus ojos que no habían visto otra cosa más en su vida que el pueblo…bueno, y Portugal, que una vez fueron…pero es como seguir en España,¿no?.

Con paso aún más cansado fue al doblao´ a coger una caja que tenía allí vetetuasaberporqué…Metió unas cuerdas de pita, una azada, un cojín, unos algodones y un botealcohol, unos morcones y chorizos coloráos y blancos, un trozo queso que le había dado la Agustina y que aún no había tocado, un pan Bimbo de esos de ahora(el pan normal se iba a asentar demasiado), unas bolsas del Spar y ropa vieja de sus hijos que estaban allí apiladas en las esquinas del corral…
Miró unas sabanas con manchas de placenta reseca de la gata de su mujer…una gata , que como ella, no pudo con la pena inmensa de no ver morir a sus hijos que de la noche a la mañana desaparecieron en la cuneta aquella…”putoscoches”…fue lo que dijo su mujer…y volvió a hacerle gracia porque ella nunca decía tacos…

Se aseó, meo y se fue a la estación a por el primer tren que le llevase a la India…él no sabía cómo llegaría pero por si acaso echó dos bocadillos de tortilla y una bota de vino del Piru. Él no sabía si en la India le iban a entender cuando los ayudara a levantar las parcelas y las casas, a sembrar arroz porque “con tanta agua a vé que iban a hacer” y a poner cartones y tablas en las puertas para que no entrara la condená´ de la lluvia que es mu´ traidora. Él no sabía hasta cuando iba a quedarse…pero,”chacho”, la imagen de aquella pobrecita mujer sola, con los ojos secos y rojos de no quedarle ya más lágrimas buscando a sus hijos en aquella senara inundá le recordó tanto a Carmela, su Carmela, que decidió que esta vez sí iba a hacer algo, que esta vez no e iba a quedar parado y sin sangre.

Y para la India que se fue…