miércoles, 17 de diciembre de 2008


La vida se vive como viene…sin pensar que hay que seguir clichés definidos para intentar encajar en sitios perfectos y superficiales que no sé quién impone…

No por ser joven tienes que cometer locuras y no por ser mayor tienes que ser civilizado…no tienes que quemar la vida haciendo salvajadas o viajes interminables, no tienes que vivir al máximo y aprovecharlo todo, no tienes que conocer mil amores, camas y miembros viriles o mujeriles, no tienes que salir todos los días y fiestas de guardar ni tienes que beberte todos los charcos multicolores que veas…no tienes que hacer todo aquello que se supone que está escrito en el código deontológico de las revistas Women, Elle, Cuore, SuperPop y Men´s Health para ser “alguien en la vida”…
No tienes que cebar la nómina que guardas en las chiqueras bancarias ni tener un trabajo que te acompañe, como un lunar, de por vida…

No tienes que seguir los pasos imaginables de los que quieres que te imaginen y envidien en los múltiples ataques de vanidad que a uno le dan...no tienes porque ser cómo crees que te gustaría ser para conseguir el diploma de la CCC social y la aprovación de gente que ni siquiera te va a recordar cuando se cierren las puertas por mucho que tu quieras...

No tienes por qué ser como los protagonistas de las películas que más salen en los cines y en las teles según la época en la que vivamos, no tienes porqué ser ñoña una temporada y a la otra malotesensiblequenosedespeinanipatrás, no tienes porqué ser “chicatampax” (que no tengo ni pajolera idea de lo que es) y mañana ser como la Angelina jolie esa que todo hace y que hay que aplaudir por su humildad y generosidad (ja!); no tienes porqué adoptar una pose que no te convence sólo por intentar entrar en la película de tu propia vida que todo el mundo te hace interpretar y de la que no puedes ni cambiar un renglón del guión…

No hay que ser “imperfecto” ni “perfecto”…

Queridos, hay que ser uno mismo, variable y raro, hermético y hablador, triste y momentáneamente alegre cual jilguero…normal…

y definitivamente quiero volver al bendito estado de semi-inconsciencia infantil